RAMÓN PALACIOS PRESENTÓ SU ÚLTIMO LIBRO “LA TERCERA GUERRA CARLISTA EN CANTABRIA”

La presentación del autor corrió a cargo del historiador castreño Jesús Garay,  quien remarcó el enorme esfuerzo de Ramón Palacios para construir la historia de las tercera carlista en territorio cántabro desde una “óptica veraz y objetiva”, dada la parquedad de las fuentes documentales de que se ha nutrido el libro y la dispersión de las mismas.

Para Garay, el libro de Ramón Palacios es una “obra global” que retrata la imagen social, político y militar de toda la provincia de Cantabria y su implicación en la tercera guerra civil carlista.

Salpicando su exposición con la proyección de mapas de la época, alzados y planta de las murallas y bastiones defensivos, recreaciones de la impedimenta de la época y fotografías sobre el armamento de ambos bandos, Ramón Palacios, catedrático en Historia por la Universidad de Cantabria, comenzó su presentación ofreciendo una visión global de las causas de la tercera guerra carlista y el afincamiento de las tropas de Don Carlos  en la zona vasco navarra. Tras resaltar la importancia del puerto de Santander para el traslado de las tropas desde Madrid por territorio seguro, gracias a su conexión ferroviaria,  abordó el desarrollo de la guerra en la comarca oriental y en el puerto de Castro Urdiales, gran centro logístico  para el ejército gubernamental, por ser el lugar más próximo al conflicto para más próximo al conflicto  el asedio de Bilbao y la evacuación de heridos,

La defensa de la ciudad, convertida en objetivo carlista para asegurar la plaza de Bilbao, se encomendó a una milicia de voluntarios y a una columna volante de unas 150 personas compuesta por carabineros y comandada por un teniente, con el apoyo de las fortificaciones esenciales de la época: la muralla, la Atalaya y la Batería Luchana; contra el castillo de los templarios se probaron los primeros disparos del cañón Plasencia.

Ramón Palacios dibujó un conflicto descarnado con abundancia de heridos por ambos. Castro Urdiales llegó a alojar más de 700 heridos antes de su evacuación, prácticamente uno por casa; las familias pudientes construyeron improvisados hospitales donde atendían a los soldados de buena familia; calles permanentemente embarradas; enfermedades infecciosas ; necesidad y hambre caracterizaron el Castro de la época hasta la derrota del ejército carlista con la batalla de Somorrostro y la Acción  Las Muñecas,  que permitió, mediante una maniobra envolvente,  romper el bloqueo de Bilbao.

Al término de la guerra, Alfonso XII visitó la ciudad. Las crónicas de la época relatan que los castreños se volcaron en lo que, probablemente, fue el acontecimiento más señalado del siglo, engalanando las calles con tantas ramas y arcos de triunfo, que no quedó una hoja de laurel sobre los árboles.

Tras contar esta anécdota, el autor contestó las numerosas preguntas del público asistente,  que siguió interesándose por este apasionante momento de la historia, durante el vino español servido a continuación.

De izquierda a derecha: Alodia Blanco (vicepresidenta Ateneo), Rafael Palacio Ramos (el autor), Roberto Morales (presidente Ateneo), Javier Domínguez (presidente del Tenis Club de Castro), Ana Milena Ceballos (colaboradora Ateneo)

Galería de fotos y audio:
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